Poupie
Cadolle y Patricia Cadolle (4ª y 5ª generación de la firma Cadolle), siguen
dedicándose a lo que su antecesora Herminie Cadolle aportó al universo del
sostén.
No
hay duda de que generación tras generación, han consolidado aquello que en su
día era una invención, en algo que ya forma parte de la cotidianidad del diseño
de esta pieza de lencería.
Todo
partió de la necesidad de encontrar una solución a la rigidez que imponía el
corsé en los standars de la moda del momento: figura entallada, cintura de
avispa, trasero pronunciado y pecho redondeado.
Esta
imposición estética impedía transgredir la pieza fundamental que desde hacía
mas de 300 años vestían las mujeres que querían vestir a la última y que les
procuraba esta figura: el corsé y el jubón.
Una
pieza en cuya construcción intervenían no tan solo tejidos, sino varillas,
piezas metálicas y cordones que permitían apretar al máximo esta pieza, que una
vez vestida, impedían la movilidad de las mujeres, aguantando esta tortura
durante las horas que fuera necesario.
Herminie
Cadolle, incorporó dos conceptos que marcaron el camino a nuevas invenciones:
la separación en dos de la pieza de la cintura y la que cubría el pecho. Esta piezas
estaban unidas por la espalda, y por lo tanto la señora Cadolle encontró una
solución con la incorporación de piezas elásticas de caucho natural, que
evitaban la rigidez del conjunto. A esa invención lo denominó “le bien-être” (1889).
Herminie
Cadolle, a través de sus descendientes siguen aportando la sabiduría necesaria
al mundo del sostén, siempre desde la sofisticación y la moda, pero aportando a
la prenda aquellos requerimientos técnicos que la convierten en un producto de “bien-sentar”.
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