martes, 29 de julio de 2014

Cómo evitar las incomodidades de un sostén.

Según estudios realizados en el marco de un Master realizado por especialistas senólogos en la UB en el año 2008, siete de cada diez mujeres no utilizan la talla y la copa de sostén que les corresponde.

Si añadimos que los expertos determinan 24 morfologías distintas de pecho, la cosa se complica.


Y si además admitimos que el pecho evoluciona con la edad, añadimos imputs que van a dificultar escoger sostén.

Justo en este momento es cuando tenemos que escoger si "pasamos de todo" o intentamos descubrir cuál es la talla y la copa que necesitamos y cuál es el patrón de sujetador que mejor se adapta a nuestra morfología.

A cada persona nos gusta vernos con una figura en la que nos sentimos cómodos/as. Con el sujetador pasa exactamente lo mismo.

Un sostén ayuda a modelar la figura y "esculpe" el efecto visual que permite sentirse cómoda con lo que ves de ti misma.

Pero para ello, debemos escoger aquel patrón que haga ese efecto y que sea el apropiado para nuestra morfología.

Podemos centrarlo, esconderlo, levantarlo, mostrar escote, juntarlo... se trata de una parte de nuestro cuerpo que lo permite, y por tanto debemos ser capaces de descubrir lo que queremos con la ayuda de quien nos echa una mano para descubrir lo que necesitamos.

De ahí la importancia del bra-fitting. De ahí la necesidad de acudir con cierta periodicidad a que nos ayuden las personas preparadas en la tienda experta a la que acudimos.

Hoy no quiero hablar de la función que ha de cumplir el sostén o el sujetador, ya que hay necesidades específicas que es necesario tener en cuenta: embarazo, lactancia, salud, deporte... o que se necesite un "sin tirantes"... 

Para todo ello, es necesario acudir a una tienda que sepan lo que se hacen y que sepan aconsejarte.                 

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