jueves, 19 de enero de 2017

La venta multicanal: el reto de las boutiques de lencería.

Cyl Moda Intima. Revista impresa nº 202. Enero 2017.

La venta multicanal: el reto de las boutiques de lencería.

Que el mercado de la venta al detall está absolutamente centrifugado, es algo que es perceptible a simple vista. Solo basta imaginarse dónde se puede adquirir un sujetador: la mercería, los grandes almacenes, los hipermercados, el mercadillo, las cadenas de retail, las outlets, las tiendas multimarca, ortopedias, venta online…

En todos ellos, el sistema puede decantarse desde el extremo de la venta por impulso al otro extremo: la prescripción con expertice.

Todos los sistemas de venta tienen su público fiel que seguramente defendería a ultranza sus “bondades”.

Hemos de observar como tienda, dónde queremos estar y a qué público nos dirigimos. Si queremos entrar en las batallas del mejor precio, o en las de aconsejar y vender el producto correcto. No hay duda que en las batallas por precio no estamos hablando de un público fiel, ya que si encuentran un precio mejor no retendremos a nuestra cliente.

Incluso no es suficiente con tener una buena oferta, una tienda bien iluminada, el producto visible y bien expuesto, un escaparate que invite a entrar o un probador estupendo donde poder verte estupenda con un producto.

El segundo paso es tener una atención personal profesional, sin invadir la intimidad de la usuaria, empatizando con la compradora, aconsejándole el producto que le puede sentar mejor y transmitiéndole la seguridad de su acierto con la compra.

Pero el tercer paso es ya, muy importante: Observar qué busca la consumidora, utilizar las redes sociales y ser consciente de la evolución de las nuevas maneras de comprar.

Por tanto definamos de forma racional a quién vamos a dirigir la oferta de nuestro establecimiento, nuestra capacitación constante en el oficio, nuestra capacidad para fidelizar y nuestros recursos para tener tráfico de nuevas consumidoras: ya sea presencial o virtual.

En un momento en el que mas allá de cualquier planteamiento intelectual, debemos afrontar que nos parece que cualquier cosa afecta nuestros resultados, nuestra obligación es reaccionar para ir por delante de un tropiezo en nuestras ventas, que después intentamos justificar con un cambio de estación pronto o tardío, o la crisis, o que esto ya no es lo que era.

Los modelos de negocio están cambiando muy rápidamente en nuestro sector y debemos reaccionar con lo que sabemos hacer: vender bien y empatizando con la compradora. Pero debemos aprender cómo quieren comprar y qué esperan de nosotros.

A nadie se le escapa que es difícil afrontar el futuro inmediato sin aquellas informaciones que nos permiten diagnosticar mejor, o que nos permiten dirigirnos a nuestras actuales y futuras clientes de una forma rápida y efectiva.

Ignorar las redes sociales o esperar que la usuaria no tenga la capacidad de encontrar lo que busca a través de buscadores de internet tan solo indicándolo con cuatro palabras, es ignorar las señales que nos llegan con fuerza advirtiéndonos de que el mercado está cambiando.

El reto consiste en encontrar la manera de acercarse a la usuaria, a que la búsqueda de un producto en internet la haga “tropezar” con nuestro establecimiento y que le sea fácil encontrarnos.

Cualquier profesional sabe que una venta empieza justo en el momento en el que un posible cliente decide entrar en nuestro establecimiento y esa decisión en muchas ocasiones ya se toma encontrando lo que quieres en un “buscador de internet”.

Y en los buscadores encuentras producto en aquellas “tiendas” que son relevantes en las redes sociales (amazon, alibaba, marcas de venta online). Es absolutamente necesario utilizar los nuevos sistemas que hagan visible nuestro establecimiento.

Un establecimiento de lencería no es tan solo una persiana que se abre por la mañana y se cierra por la noche. No importa que sea grande o pequeña. Tiene su propia imagen, su estilo de venta, su expertice. Y necesita visibilidad. Debe disponer de las mismas herramientas que aquellas que sólo se preocupan de exponer bien su producto y que no tienen atención personal.

Si las boutiques de lencería lucen su capacidad experta y consiguen visibilidad en las redes, se convierten en un negocio ganador. 

Y no hemos hablado de la venta online, de la que debemos reflexionar profundamente porque forma parte de los nuevos hábitos de compra de buena parte de las consumidoras.

La búsqueda constante de nuevas maneras de acercarse a la posible compradora para efectuar una venta (brafitting, eventos, redes sociales, colectivos, colaboración B to B to C, venta online…) forma parte de ese reto constante que nos orienta hacia las nuevas exigencias de nuestro sector.


Francesc Puertas

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